A sus 35 años, Fabian Jeker ha completado una de sus mejores temporadas como profesional. Tras perder la Vuelta a Suiza por sólo 1 segundo en detrimento de Jan Ullrich, este corredor que cambió el andamio por la bicicleta es todo un viejo conocido del pelotón.
El próximo 22 de noviembre cumplirá 36 años pero hay gente para quien el tiempo no parece pasar. Es el caso de Fabian Jeker que se muestra tan ilusionado como el primer día con una profesión tan sacrificada como la de ciclista.
Trabajó a pie de obra como Maestro Albañil hasta el día anterior de debutar en profesionales. Sus padres le obligaron a terminar sus estudios y siempre ha hecho de la constancia en el trabajo un patrón de vida.
Afincado en España ya desde hace bastantes años, ha cubierto una temporada en la que ha buscado la victoria en todas y cada una de las carreras que ha disputado. Jamás se ha escondido y ha sido uno de los corredores más combativos del pelotón.
Finaliza el año habiendo ganado la etapa reina del Tour de Romandía además de haber sido maillot amarillo durante tres etapas en la carrera de su país. No satisfecho con ello, ha figurado en los puestos de honor en las últimas pruebas del tríptico lombardo, donde además se ha dejado ver en multitud de escapadas.
Nunca pierde la ambición ni las ganas de agradar. Ese es Fabian Jeker, un ejemplo de atleta.
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